Una escena cambió el panorama de El Elegido y de cómo hacer ficción en televisión. Con amplio despliegue de recursos, Andrés (Echarri) se postuló a presidente y, en simultáneo, Oscar (Cruz) asesinó a sus padres. Televisión.com.ar habló son su autora, Adriana Lorenzón.
¿Por qué la decisión de matar a dos personajes tan queridos de El Elegido?
La decisión estuvo siempre, era parte de la historia. Tratamos de atrasarla lo máximo que se pudo y debatimos mucho con la producción antes de llevarla acabo. Pero era necesario porque lo que se viene es un cambio en Andrés. Y para que se pueda dar, tiene que haber un motivo bien contundente que lo acercara a la realidad. Hasta ahora él le seguía el juego a Oscar, pero pronto se redistribuirán las fuerzas del mal y del bien, habrá una ruptura.
Por el despliegue de recursos y la recepción que tuvo, esta escena de El Elegido pareciera que va a quedar en la historia de la tele, ¿vos lo ves así?
Sí, la escena quedó muy bien. Como autora, hubo dos escenas que me marcaron. Una fue en Montecristo con el regreso de Santiago y otra fue esta. Fueron dos escenas en las que se conjuga todo: la realización, el sonido, las actuaciones, el guión, la luz, la intención del libro. Particularmente en esta escena de El Elegido, además, se mostró algo muy fuerte: él dando un discurso político y por el otro lado, un asesinato.
En las redes sociales y en Internet, es una novela muy comentada y seguida con fanatismo, ¿en qué creés que radica el éxito?
Trabajamos con mucho cuidado y mucho esfuerzo. Realmente nos cuesta mucho y ponemos todo para que salga bien. Creo que tenemos un público que nos sigue desde Montecristo y que gusta de este tipo de ficción. Por eso tenemos tantos seguidores que son muy fieles. También tenemos muy buenos actores que logran captar la esencia de cada personaje para que sea tridimensional y no sólo un prototipo estándar. Cada uno tiene sus diferentes lados.
¿Estás conforme con la recepción que tiene la novela?
Tal vez es algo que podría tener un poco más de audiencia. Pero eso ya no está en nosotros. No sé si tiene que ver con el horario, la gente elige qué ver y cómo entretenerse. Se me ocurre que por el momento que atraviesa el país, muchos prefieren no pensar demasiado y entretenerse de otra manera.
