Conduce "Minuto para ganar", que mide más que bien en rating. Con 20 años de carrera , dice que él está "para divertir y entretener".
Allí está otra vez Marley, invitando a todos a jugar. En las últimas décadas, él y Julián Weich se han repartido los laureles como los mejores conductores de este rubro tan difícil y desafiante en la televisión argentina.
Con su ciclo “Minuto para ganar” -los viernes a las 21.15 y los domingos a las 21, aquí por Canal 9-, Alejandro Wiebe volvió a ser bendecido por la audiencia, superando hasta sus propias predicciones. Esperaban marcar unos 18 puntos de rating, pero tuvieron picos de 26. “Estábamos todos gritando de felicidad”, dice desde el teléfono en un alto en las grabaciones.
“Nunca esperé semejantes números para un debut y el rating es como rendir un examen, en el que el público va definiendo si le gusta o no, te va dando la nota en el momento. Fue muy bueno ir en alza, ver que aunque muchas veces al principio mide bien y va cayendo, éste iba subiendo y subiendo”, asegura el conductor, que se confiesa fanático de las mediciones.
También se mostró feliz por la aprobación de la gente, que no sólo se manifestó a través de las críticas en los medios sino especialmente del contacto directo por Twitter, la red social que es otra de sus obsesiones. Allí tiene 213 mil seguidores y él se encarga de comentar, sugerir, contestar y contar sobre su vida y su trabajo.
-¿Cuál es la clave del éxito de “Minuto para ganar”?
-Que es un programa sano, familiar. La sencillez hace también que todos los chicos puedan jugar cuando están en la casa. Me he cruzado con gente de distintas edades que me decía que le encantaba el programa; algunos de 70 años que se habían divertido, otros de 40 que jugaron con sus hijos de 7 ó 10, fanatizados.
Es muy difícil llegar a semejante cantidad de generaciones distintas y que a todos les guste. Un chico de 6 lo puede ver con una mamá de 40 y el abuelo de 70 y todos disfrutar de una misma televisión que no sea agresiva ni tenga peleas ni escándalos. Son juegos que se pueden jugar en casa.
-Sos uno de los mejores conductores de ciclos de juegos. ¿Sos juguetón?
-A mí siempre me gustaron los juegos. Cuando me voy de vacaciones con amigos o con la familia, me encanta armar juegos, de mesa o no. Me divierte mucho, pero también soy muy competitivo. Me gusta ganar. Como con Susana; tanto cuando jugué en el programa de ella o cuando nos encontramos y viajamos, siempre jugamos al truco, a las cartas.
-¿Te gusta ganar pero también sos mal perdedor?
-Cuando era chico era muuuuuy mal perdedor. Aprendí a tener un poco más de paciencia y si pierdo, pierdo. Pero intento ganar a toda costa. Soy competitivo, pero no me pongo a llorar ni nada.
-¿Por qué juega la gente? ¿Por la plata o por jugar?
-Primero por un buen premio, después porque les gusta el programa. En los últimos días fue gigante la respuesta de la gente. En Twitter me escriben mucho para anotarse, para hablarme de tal o cual juego.
Gusto en la variedad
-Destacabas que “Minuto...” no tiene escándalos. También estuviste en “Gran Hermano” remplazando a Jorge Rial. ¿Cómo lo manejás?
-Voy para adelante siempre. Me gusta cambiar de formato a formato. Gran Hermano es un programa que yo también veía y me encantó hacer el remplazo de Jorge.
Me gusta eso, de hacer un programa serio como los de biografías (“Protagonistas únicos”), otro más divertido como “El muro infernal”, más gracioso, o éste que es más serio. Está bueno combinar diversos tipos de producciones.
-Contabas que te gusta armar juegos y estás con proyectos para exportar formatos. ¿Por qué en este caso tomás un formato que no es propio?
-Estoy armando proyectos nuevos. Vamos a grabar los pilotos para presentar en noviembre afuera. Estamos en el proceso de hacerlos, pero Tomás Yankelevich me ofreció este programa y me gustó. Son procesos distintos.
-Así como te confesás fanático del rating, ¿sos muy consumidor de la tele?
-Veo mucha televisión, me divierte. Miro un poco de todo. Cuando estás trabajando mirás con otros ojos, también para mejorar o para ver qué está consumiendo la gente ahora, ubicarte en lo que la gente quiere. El público va cambiando y la televisión se va nutriendo de otras cosas nuevas. Me gusta estar atento a eso.
-¿Las redes sociales facilitan ese contacto?
-Te ponen más cerca de la gente. Yo todos los días estoy tuiteando y eso te da comunicación directa con la gente, qué opina sobre cada cosa que estoy haciendo. Los contenidos en la tele también van cambiando.
-Llevás más de 20 años en la tele sin traspiés.
-Todavía. Estoy esperando, en algún momento tiene que suceder. Pero tuvimos el apoyo de la gente siempre. Uno tiene claro que si sucede, sucede. Muchas veces tiene que ver con uno y también con aquello con lo que estás compitiendo. De todas maneras, si alguna vez se da, no es la muerte de nadie. Daniel Santos - LVI
Con su ciclo “Minuto para ganar” -los viernes a las 21.15 y los domingos a las 21, aquí por Canal 9-, Alejandro Wiebe volvió a ser bendecido por la audiencia, superando hasta sus propias predicciones. Esperaban marcar unos 18 puntos de rating, pero tuvieron picos de 26. “Estábamos todos gritando de felicidad”, dice desde el teléfono en un alto en las grabaciones.
“Nunca esperé semejantes números para un debut y el rating es como rendir un examen, en el que el público va definiendo si le gusta o no, te va dando la nota en el momento. Fue muy bueno ir en alza, ver que aunque muchas veces al principio mide bien y va cayendo, éste iba subiendo y subiendo”, asegura el conductor, que se confiesa fanático de las mediciones.
También se mostró feliz por la aprobación de la gente, que no sólo se manifestó a través de las críticas en los medios sino especialmente del contacto directo por Twitter, la red social que es otra de sus obsesiones. Allí tiene 213 mil seguidores y él se encarga de comentar, sugerir, contestar y contar sobre su vida y su trabajo.
-¿Cuál es la clave del éxito de “Minuto para ganar”?
-Que es un programa sano, familiar. La sencillez hace también que todos los chicos puedan jugar cuando están en la casa. Me he cruzado con gente de distintas edades que me decía que le encantaba el programa; algunos de 70 años que se habían divertido, otros de 40 que jugaron con sus hijos de 7 ó 10, fanatizados.
Es muy difícil llegar a semejante cantidad de generaciones distintas y que a todos les guste. Un chico de 6 lo puede ver con una mamá de 40 y el abuelo de 70 y todos disfrutar de una misma televisión que no sea agresiva ni tenga peleas ni escándalos. Son juegos que se pueden jugar en casa.
-Sos uno de los mejores conductores de ciclos de juegos. ¿Sos juguetón?
-A mí siempre me gustaron los juegos. Cuando me voy de vacaciones con amigos o con la familia, me encanta armar juegos, de mesa o no. Me divierte mucho, pero también soy muy competitivo. Me gusta ganar. Como con Susana; tanto cuando jugué en el programa de ella o cuando nos encontramos y viajamos, siempre jugamos al truco, a las cartas.
-¿Te gusta ganar pero también sos mal perdedor?
-Cuando era chico era muuuuuy mal perdedor. Aprendí a tener un poco más de paciencia y si pierdo, pierdo. Pero intento ganar a toda costa. Soy competitivo, pero no me pongo a llorar ni nada.
-¿Por qué juega la gente? ¿Por la plata o por jugar?
-Primero por un buen premio, después porque les gusta el programa. En los últimos días fue gigante la respuesta de la gente. En Twitter me escriben mucho para anotarse, para hablarme de tal o cual juego.
Gusto en la variedad
-Destacabas que “Minuto...” no tiene escándalos. También estuviste en “Gran Hermano” remplazando a Jorge Rial. ¿Cómo lo manejás?
-Voy para adelante siempre. Me gusta cambiar de formato a formato. Gran Hermano es un programa que yo también veía y me encantó hacer el remplazo de Jorge.
Me gusta eso, de hacer un programa serio como los de biografías (“Protagonistas únicos”), otro más divertido como “El muro infernal”, más gracioso, o éste que es más serio. Está bueno combinar diversos tipos de producciones.
-Contabas que te gusta armar juegos y estás con proyectos para exportar formatos. ¿Por qué en este caso tomás un formato que no es propio?
-Estoy armando proyectos nuevos. Vamos a grabar los pilotos para presentar en noviembre afuera. Estamos en el proceso de hacerlos, pero Tomás Yankelevich me ofreció este programa y me gustó. Son procesos distintos.
-Así como te confesás fanático del rating, ¿sos muy consumidor de la tele?
-Veo mucha televisión, me divierte. Miro un poco de todo. Cuando estás trabajando mirás con otros ojos, también para mejorar o para ver qué está consumiendo la gente ahora, ubicarte en lo que la gente quiere. El público va cambiando y la televisión se va nutriendo de otras cosas nuevas. Me gusta estar atento a eso.
-¿Las redes sociales facilitan ese contacto?
-Te ponen más cerca de la gente. Yo todos los días estoy tuiteando y eso te da comunicación directa con la gente, qué opina sobre cada cosa que estoy haciendo. Los contenidos en la tele también van cambiando.
-Llevás más de 20 años en la tele sin traspiés.
-Todavía. Estoy esperando, en algún momento tiene que suceder. Pero tuvimos el apoyo de la gente siempre. Uno tiene claro que si sucede, sucede. Muchas veces tiene que ver con uno y también con aquello con lo que estás compitiendo. De todas maneras, si alguna vez se da, no es la muerte de nadie. Daniel Santos - LVI