El personaje de la actriz en "El Elegido" fue asesinado ayer y sacudió las redes sociales. La intérprete habló con Clarin.com sobre su trabajo en la ficción de Canal 9 Televida. Y contó que las escenas lésbicas con Mónica Antonópulos no le costaron porque actuando es "amoral".
“Mataron a Gigí”. “¿Por qué te subiste al taxi de Leticia?".
“Desgarradora la ultima noche que pasó Gigí. Excelente interpretación
Paula.(Emoción de la buena)”. "Impecable actuación, me conmovieron tus
gritos realmente desgarradores, sin duda una de las mejores".
Las repercusiones en las redes sociales de la muerte de Gigí, el personaje interpretado por Paula Kohan en El Elegido,
envenenado por la perversa Verónica Sanmartín (Leticia Bredice),
sorprendieron a la actriz, quien con este papel dio sus primeros pasos
en la televisión.
“Me tocó vivir una era de las ficciones
donde a través de las redes sociales uno puede estar en contacto con la
gente y eso me impresiona y me conmueve”, aseguró a Clarin.com, horas
después del final de su participación en la serie.
Paula
comentó que el final trágico de Gigí no la sorprendió porque desde
hace unas semanas la ficción está comenzando a cerrar las historias de
los personajes. “Mi personaje se fue una manera heroica, impactante y fuerte. Sabía
que las escenas iba a hacer escenas más jugadas actoralmente y eso me
representaba un desafío que tenías muchas ganas de correr”, contó la
actriz.
A lo largo de la ficción, su personaje fue “mutando”, característica que a la actriz le significó un mayor desafío actoral. “Fui armando el personaje a medida que iba recibiendo las escenas. Ella
tuvo un proceso. Al principio se la veía como una pendeja histérica que
le hacía reclamos a Greta, algo bohemia. Y al final la terminamos
viendo como una madre, mujer, guerrera, y como una ingenua total. Esa
era la mezcla que tenía ella”, explicó.
Para la actriz las
escenas más difíciles que le tocó interpretar no fueron las que
protagonizó con su pareja en la ficción, Greta, personaje interpretado
por Mónica Antonópulos. Paula no dudó en afirmar que las que más le costaron ocurrieron en los capítulos finales, con el bebé. “Era
un nene muy chiquito y fueron escenas muy difíciles porque cuando
interactuás con algo tan frágil. El bebé tenía que llorar y no se tenía
que sentir cómodo en mis brazos. Yo tenía que darle de mamar y él no
se prendía. Transpiré mucho”, asegura.
De las escenas con Antonópulos comentó que no le costaron porque actuando es “amoral".
“No juzgo al personaje, porque si lo juzgase habría algo de lo real que
se pierde. Me sentí cómoda con Mónica. Es una gran compañera. Pudimos
plantear los personajes y la relación desde un lado muy real. Las
escenas fluyeron. Se vio un vínculo muy real. Me creí que era una chica
homosexual enamorada de otra mujer”, señala.
Por ser su primera
experiencia televisiva, a Kohan se la escucha contenta y conforme.
“Aprendí un montón de cosas. La televisión es diferente al teatro. Era
el lugar donde no había transitado. Al principio era un desastre y tuve que aprender de la técnica. No te corras, no proyectes la voz, menos gestos”, recuerda que le decían en el estudio de grabación.
Paula también aseguró que aprendió mucho observando a sus compañeros. “Me quedaba horas viendo las escenas que grababan Pablo Echarri, Lito Cruz y Leticia Bredice”, recuerda.
Para
el futuro, por ahora, hay propuestas, pero la actriz no tiene nada
confirmado, aunque tiene ganas de tener un segundo año de continuidad en
la televisión, “Me dan ganas de hacer comedia. Algo más descontracturado. Tengo ganas de hacer reír, algo que me gusta mucho.
La
desaparición de Gigí será recordada como uno de los episodios más duros
de la novela junto a las escenas espectaculares que vivieron Leonor
Manso y Patricio Contreras (María y Alfredo Bilbao) cuando fueron
brutalmente asesinados por el villano Oscar Nevares Sosa.