1 de noviembre de 2011

Reviví el final de El elegido, la novela que conquistó al público argentino

Casualidad o no, hay que destacar que desde Montecristo no se veía en la pantalla chica una propuesta tan interesante, que brilló no sólo por el excelente equipo de trabajo, la estética y demás, sino también por el impecable abordaje de temáticas sociales. Mirá el video.

Por: NATALIA MANTINEO

Luego de un poco más de 150 capítulos, El elegido llegó a su fin. Los mendocinos pudimos disfrutar de esta propuesta por la pantalla de Canal 9 Televida y, sin dudas, se consagró como el mejor producto televisivo de este año. Con excelentes protagónicos, como los de Pablo Echarri, Paola Krum, Leticia Brédice y Lito Cruz, y una historia fascinante, narrada por la genial Adriana Lorenzón (autora de Montecristo), la historia logró su cometido: conquistó a miles y miles de televidentes quienes no sólo se compenetraron con la trama, sino que se fanatizaron con cada uno de sus personajes.

    Casualidad o no, hay que destacar que desde Montecristo no se veía en la pantalla chica una propuesta tan interesante, que brilló no sólo por el excelente equipo de trabajo, la estética y demás, sino también por el impecable abordaje de temáticas sociales, como el autismo, la lucha de los pueblos originarios por recuperar sus tierras y la violencia contra la mujer, temas que fueron abordados con mucho respeto, tanto por los personajes como por los autores.

DUEÑOS DEL ÉXITO. Si bien los protagonistas de la historia lograron excelentes interpretaciones, entre ellas es meritorio destacar la labor de Leticia Brédice en el rol de Verónica San Martín. La "señora bien", esposa de Andrés Bilbao fue un papel de antología. Su comportamiento fue una espiral vertiginosa hacia la locura. Sorprendiendo todo el tiempo con sus ocurrencias, Verónica logró convertirse en uno de los mejores personajes creados por Brédice.

    Pero no fue la única, sino que el gran actor Lito Cruz, quien interpretó a un diabólico hombre erigido en Mesías, se transformó en el hombre más odiado de la tira. Despiadado, su poder no tuvo límites y llegó al crimen. Representó la gula. Claro que también se destacaron los personajes de Ludovico Di Santos, quien representó a Octavio Linares, el abogado más joven del estudio. El joven tuvo problemas de adicción, que superó, pero volvió a recaer.

    Representó a la lujuria. Muchos coincidirán en que estos fueron los dueños de la telenovela, junto con Luciano Cáceres, hijo de Oscar Nevares Sosa quien compitió con Andrés, violó a Mariana, tuvo un hijo y terminó desquiciado antes de suicidarse. El resto de los personajes estuvieron bien, pero, sin los anteriores, la historia quizás no hubiese atrapado a tantos seguidores.

FINAL IDEAL. Pese a que el final de la telenovela se filtró una semana antes de que este se emitiera, los espectadores apostaron por disfrutarlo y así fue como el producto alcanzó importantes números de rating. En el desenlace hubo varias sorpresas. Una de ellas fue la muerte de Verónica San Martín, quien, a pesar de que muchos creían que terminaría presa o en un neuropsiquiátrico, fue asesinada.

    Otra de las sorpresas fue protagonizada por Oscar Nevares Sosa, quien estuvo al borde de la muerte en varias oportunidades, pero que tuvo un final no tan deseado: fue internado en un neuropsiquiátrico, tal como había hecho con su mujer. Greta (Mónica Antonópulos), el personaje más ambicioso de todos, se casó con Paloma y se quedó con las cuentas extranjeras de Nevares Sosa, un sueño por cumplir. Y como ocurre en todas las telenovelas, los buenos siempre terminan bien y felices.

    Así fue como Octavio (Ludovico Di Santo) va camino a cumplir su deseo de ser papá, ya que Érica (Calu Rivero) queda embarazada, en tanto, Andrés y Mariana se mudaron al Sur y vivieron felices con sus tres chicos: Alma, el bebé que lleva en su vientre Mariana (que finalmente fue un varón) y Alfredito, hijo de David y Gigí. Así llegó a su fin uno de los productos televisivos más exitosos de los últimos años.

Fuente: El Sol Online