Casualidad o no, hay que destacar que desde Montecristo no se veía en la
pantalla chica una propuesta tan interesante, que brilló no sólo por el
excelente equipo de trabajo, la estética y demás, sino también por el
impecable abordaje de temáticas sociales. Mirá el video.
Por: NATALIA MANTINEO
Luego de un poco más de 150 capítulos, El elegido llegó a su fin.
Los mendocinos pudimos disfrutar de esta propuesta por la pantalla de
Canal 9 Televida y, sin dudas, se consagró como el mejor producto
televisivo de este año. Con excelentes protagónicos, como los de Pablo
Echarri, Paola Krum, Leticia Brédice y Lito Cruz, y una historia
fascinante, narrada por la genial Adriana Lorenzón (autora de
Montecristo), la historia logró su cometido: conquistó a miles y miles
de televidentes quienes no sólo se compenetraron con la trama, sino que
se fanatizaron con cada uno de sus personajes.
Casualidad o
no, hay que destacar que desde Montecristo no se veía en la pantalla
chica una propuesta tan interesante, que brilló no sólo por el excelente
equipo de trabajo, la estética y demás, sino también por el impecable
abordaje de temáticas sociales, como el autismo, la lucha de los pueblos
originarios por recuperar sus tierras y la violencia contra la mujer,
temas que fueron abordados con mucho respeto, tanto por los personajes
como por los autores.
DUEÑOS DEL ÉXITO. Si bien
los protagonistas de la historia lograron excelentes interpretaciones,
entre ellas es meritorio destacar la labor de Leticia Brédice en el rol
de Verónica San Martín. La "señora bien", esposa de Andrés Bilbao fue un
papel de antología. Su comportamiento fue una espiral vertiginosa hacia
la locura. Sorprendiendo todo el tiempo con sus ocurrencias, Verónica
logró convertirse en uno de los mejores personajes creados por Brédice.
Pero no fue la única, sino que el gran actor Lito Cruz, quien
interpretó a un diabólico hombre erigido en Mesías, se transformó en el
hombre más odiado de la tira. Despiadado, su poder no tuvo límites y
llegó al crimen. Representó la gula. Claro que también se destacaron los
personajes de Ludovico Di Santos, quien representó a Octavio Linares,
el abogado más joven del estudio. El joven tuvo problemas de adicción,
que superó, pero volvió a recaer.
Representó a la lujuria.
Muchos coincidirán en que estos fueron los dueños de la telenovela,
junto con Luciano Cáceres, hijo de Oscar Nevares Sosa quien compitió con
Andrés, violó a Mariana, tuvo un hijo y terminó desquiciado antes de
suicidarse. El resto de los personajes estuvieron bien, pero, sin los
anteriores, la historia quizás no hubiese atrapado a tantos seguidores.
FINAL IDEAL. Pese
a que el final de la telenovela se filtró una semana antes de que este
se emitiera, los espectadores apostaron por disfrutarlo y así fue como
el producto alcanzó importantes números de rating. En el desenlace hubo
varias sorpresas. Una de ellas fue la muerte de Verónica San Martín,
quien, a pesar de que muchos creían que terminaría presa o en un
neuropsiquiátrico, fue asesinada.
Otra de las sorpresas fue
protagonizada por Oscar Nevares Sosa, quien estuvo al borde de la muerte
en varias oportunidades, pero que tuvo un final no tan deseado: fue
internado en un neuropsiquiátrico, tal como había hecho con su mujer.
Greta (Mónica Antonópulos), el personaje más ambicioso de todos, se casó
con Paloma y se quedó con las cuentas extranjeras de Nevares Sosa, un
sueño por cumplir. Y como ocurre en todas las telenovelas, los buenos
siempre terminan bien y felices.
Así fue como Octavio
(Ludovico Di Santo) va camino a cumplir su deseo de ser papá, ya que
Érica (Calu Rivero) queda embarazada, en tanto, Andrés y Mariana se
mudaron al Sur y vivieron felices con sus tres chicos: Alma, el bebé que
lleva en su vientre Mariana (que finalmente fue un varón) y Alfredito,
hijo de David y Gigí. Así llegó a su fin uno de los productos
televisivos más exitosos de los últimos años.
Fuente: El Sol Online