30 de noviembre de 2012

El fin de semana ideal de María Emilia Marín

La joven actriz y notera de "Cada Día" se muestra por entero en esta nota. Sensibilidad y talento a flor de piel.

 "Es muy fuerte para mí que me hagan una nota”, cuenta con humildad María Emilia Marín, como si no tuviera mucho por decir y contar acerca de su profesión como profesora en arte dramático, cantante y notera.
Por eso en esta entrevista, lejos del personaje de movilera y cerquita de “Emi”, te la presentamos.


- ¿Cuál es tu profesión actual?

-Soy actriz. ¡Soy motor 2.9! (bromea). Los cumplí el 20 de este mes... ¡29 abriles que se repetirán por varios años más! (ríe). También doy clases de inglés particulares, y el año que viene tengo el proyecto de realizar talleres de teatro para adultos y personas mayores. ¡Son mis preferidas!


- ¿Y cómo es eso del amor por el canto?

- En ocasiones me gano el dinero cantando. Lo hago por lo general en los casamientos interpretando el Ave María. También he realizado shows de tango, covers de Whitney Houston y Celine Dion... Estudié canto desde muy chica y me fascina.


- ¿Siempre tuviste en claro tu vocación artística?

- En realidad siempre fui muy payasa. La vocación siempre estuvo pero creo que ahora tengo el valor de liberarla al mundo y a mí misma.

 
- ¿Qué recuerdos de la infancia vinculados al arte tenés?

- El arte ha formado parte de mi vida desde que tengo uso de razón. Cuando era pequeña salía en todos los actos escolares. Mi madre es profesora de literatura y siempre me brindó la posibilidad de conocer exquisitos libros, en donde los personajes me invitaban a disfrutar aventuras, y yo las actuaba donde fuera: en la cocina, en el baño, en el jardín escolar, en el espejo con cepillo en mano. También fue ella quien me envió a estudiar declamación. Teatro hice poco, pero ya se veía venir que la nena copaba las reuniones familiares cantando “El guardaespaldas”, o realizando algún numerillo a la concurrencia.

 

- ¿Nunca te dio miedo brindarte por entero a una carrera tan bella como desafiante?

- El arte me daba miedo. Sabía desde entonces que en este mundo el arte era un poco doloroso para el que lo practicaba. Por un lado uno se transforma en trasgresor y espejo de la realidad, y el sacrificio de la bohemia se paga caro. Por otro, muy pocos logran vivir de él… Después de intentar varias carreras, el teatro inundó mi corazón.

 
- ¿Qué es lo más bello y complejo del teatro?

- Lo más bello es la variedad de realidades de las que podés formar parte. Ser quién vos quieras ser y está justificado. He sido abogada, médica, prostituta, viuda, ama de casa, rica, pobre... Es como entrar y salir de libros, de historias increíbles y volver a la realidad. Es un camino de auto-conocimiento permanente. Lo malo es que, sobre todo en esta provincia, cuesta muchísimo poder vivir propiamente del teatro. Entonces muchas veces te ves obligado a dedicar tus días practicando otras cosas, mientras anhelas los olores de las maderas del escenario, los pliegues de los vestuarios, o los aromas de los maquillajes.

 
- Lo bueno de cumplir esas actividades extras para sobrevivir, fue que captaste la atención de los integrantes del programa “Cada Día” emitido por canal 9...

- En Cada Día comencé el 28 de febrero de este año. Fue la primera vez que estuve frente a una cámara. Mi primera nota. Adrenalina total que duró tres segundos porque después me puse a jugar.

Coco Gras y Julieta Navarro tuvieron la maravillosa idea de realizar la elección del mobiliario del programa. Yo trabajaba como recepcionista administrativa en la empresa donde ellos habían echado el ojo. Los recibí como lo hacía todos los días y con todos los clientes, tratando de sacarles una sonrisa. Simplemente nos divertimos mientras les ofrecía un café. Después de eso pasó un tiempo...y luego... todo este torbellino maravilloso de ser notera.

 
- ¿Qué aditamentos teatrales has usado como notera, y te han ayudado como herramientas ante situaciones y entrevistados difíciles?

- El personaje de “La notera” es muy valiente. Ella no tiene vergüenza. Es muy simpática, le gusta jugar, divertirse y sobre todo sorprender a su interlocutor. Desea mantenerlo atento sin dejarle entrever qué vendrá después. Las herramientas del teatro las uso todo el tiempo para mantenerla viva. Es una relación de simbiosis, ella me necesita, como yo la necesito a ella.

 
- ¿Qué nota como entrevistadora recordás como la más difícil, y cuál como la más linda?

- La nota más difícil fue la de un espectáculo de teatro de revistas que vino desde Buenos Aires, y que se presentó en nuestra provincia. El elenco de la obra no solo no colaboró en nada en cuanto a las respuestas de la nota, sino que subestimó, maltrató y se rió de “la notera” y de Mendoza. La valentía de “la notera” se transformó en bronca en cuestión de segundos y dejó de disfrutar, para darme paso a mí, que realicé las preguntas sin ánimo y deseando irme inmediatamente para poder consolarla.

Elegir la nota más linda es complicado porque hay muchas. Creo que son aquellas en que yo como notera salgo de lugares inesperados (ríe) ¡He salido dentro de la turbina de un avión por ejemplo! También en las que disfruto del arte y de buenos artistas.

 
-En qué rama del teatro te sentís como pez en el agua?

- La comedia. Lejos de ser fácil como muchas personas piensan, reír en el escenario es más difícil que llorar. Para sacar sonrisas y sobre todo, a mis coterráneos mendocinos, hay que hacer un trabajo exhaustivo, intenso... Animarse a sorprender y dar espacio a la entrega.
Desde chica en mi familia tratamos de tomarnos las cosas con humor y reírnos de nuestras desgracias, dicen por ahí que no hay mejor remedio que el humor.

 
- A quién admirás a nivel actoral? ¿Por qué?

- Admiro a muchos pero creo que hay actores sublimes que me han puesto la piel de gallina. Soy muy fanática de la cultura anglosajona, y hay dos actores que busco siempre para tenerlos como referentes: Meryl Meryl Streep y Anthony Hopkins. Los admiro por su profesionalismo, perfección, y versatilidad.

 
- Tu sueño como actriz es vivir de...y llegar a...

Mi sueño es llegar a vivir de lo que creo, es lo más hermoso que siento, actuar. Y poder hacerlo en todos los ámbitos posibles.

Desde chiquita ensayé siempre el discurso que diría al recibir el Oscar. Si no llegara a ese objetivo, seguramente que con esta nariz aerodinámica puedo ser una chica Almodóvar(ríe a carcajadas).


Fuente: Analía de la Llana para Diario Los Andes