En junio de este año, Mirta Wons sufrió un pico de estrés que la llevó a estar internada. Tras este trago amargo, la actriz vuelve el ruedo en Dulce Amor. Wons interpretará a una médium contratada por Elena (María Valenzuela), que siente que se está volviendo loca por unos mensajes que recibe.
Emilio (Jorge Sassi), el mayordomo de Elena, se comunica con Victoria (Carina Zampini) que no puede creer lo que sucede cuando llega a su casa y encuentra a su madre con una médium.
La ficción que protagonizan Zampini, Sebastián Estevanez y Juan Dartés devuelve al ruedo a la actriz que hace unos meses no estaba nada bien. Wons estuvo internada en la clínica Agote de Buenos Aires. En aquél momento se habló de una fuerte depresión e inclusive de un intento de suicidio. Sin embargo, una vez recuperada, fue la propia actriz la que habló sobre el episodio y aclaró que sufrió un fuerte pico de estrés.
En las redes sociales escribió: "Hola amigos. Ya volví con más ganas de mimos y cosquillas.Un beso enorme a todos los que se preocuparon, mil disculpas, ya pasó el mal momento".
En diálogo con Teleshow.com, Wons aclaró: "Estoy muy bien, en mi casa, recuperada y agradecida a todos los que se preocuparon por mí. Abrí Facebook y vi una cadena de oración con 8 mil personas, pero también me reí de algunas cosas disparatadísimas, hay mucha gente que las cree y por eso está bueno aclarar que lo que tuve fue un pico de estrés, un estrés llevado a su máxima expresión".
"Vengo de un año muy difícil que comenzó con la enfermedad y muerte de mi papá en cinco semanas. Estaba con mucho trabajo (La novicia rebelde y Violetta) y me vino muy bien no parar. Cuando paré, no fue por falta de trabajo como se dijo. Me cayeron todas las fichas juntas y el cuerpo venía pidiendo a gritos un descanso", relató Wons.
"Murieron dos primos muy queridos y ahí me explotó la cabeza. Sufrí mareos, palpitaciones, neumonía, pero uno no les da importancia. La cabeza me explotó, me desmayé cuando bajé a hacer unas compras, no pasó nada, me llevaron al Agote y me vieron pasada de rosca y revoluciones. Al contar todo lo que me había pasado, lo que había sido el último año, que vengo haciendo terapia con una psicóloga maravillosa, vieron que no alcanzó y me fui al campo de una amiga mía, a desconectarme. Le di al cuerpo un descanso", concluyó.
Fuente: Los Andes
