Lo primero que llegaba a la pantalla era una fiesta musical. Pero era una fiesta musical con toda la literalidad posible. Porque el Puma y todo su equipo salieron a la cancha y la rompieron cantando una mágica y nueva versión de “La Fiesta“.
Lamentablemente, había que seguir con el juego. La trágica definición esperaba. Dennis Smith, Jordana Battaglia y Antonella Oddi estaban ahí, solos con sus almas y sus sueños, esperando que el público diera su último veredicto. Marley no pudo con su genio y dilató todo lo que pudo la angustia. Qué angustia, amigos. Todos se miraban, se tocaban las manos sudadas, miraban al cielo, pensaban, tal vez, en sus fans, en sus diferentes públicos, en sus familias. “La gente le da una nueva oportunidad a Dennis Smith“, dijo Marley y el grito estalló como una bomba en el pecho de Dennis que sonrió, aplaudió, festejó y gritó de alegría.
No había tiempo para nada más. La hora corría y había que seguir salvando participantes. Ahora, el vehículo para ganar, como siempre, era el propio talento. Jordana tiene que volver a cantar. Antonella también.
Las dos lo hicieron con el corazón, las dos querían quedarse. Pero no había opción. El Puma tenía la respuesta definitiva. “A una me la llevo y a otra la salvo”, dijo y ganó Jordana. Entonces, era tiempo de despedir, con mucho amor a Antonella.
El Equipo de Axel tenía la difícil tarea de interpretar un temón de Fito Páez: Brillante sobre el Mic. Y entonces, el corazón comenzó a latir por muchas cosas. La emoción, los sentimientos a flor de piel, los nervios induscutibles: alguien de todos ellos debía partir esta noche.
Pamela Duarte, Nicolás Sosa, Silvia Fernández quedaron en el centro del escenario, como quien espera un milagro. Y el milagro en este caso llegaba en forma de sobre. Y lo traía un escribano. Pero era Marley, obvio, el que tenía que abrirlo. Y lo abrió lento. Pero todavía faltaba lo peor: El resultado.
“Y el resultado del voto telefónico es…”, dijo. “Y el público decidió salvar a…”, insistió. “Por decisión de la gente sigue en concurso Nicolás Sosa“, largó cuando todos creían que los corazones iban a saltarles de adentro. Y ahí empezaba una nueva batalla de emoción.
Pamela y Silvia, tenían que cantar.
Y cantaron como si fuera la última vez. Porque quizás, para alguna de ellas, lo era. Pamela Cantó “Amor Prohibido” de Selena y Silvia Fernández interpretó, otra vez, su versión de “Como la cigarra”, de Mercedes Sosa.
Axel las miraba. Axel las escuchaba con el corazón en la mano y la boca reseca: era su hora de decidir. Y decidió... La ganadora fue Silvia.
Y la noche tuvo cuatro nuevos salvados y dos nuevos sueños que quedaron en el camino.
Fuente: La Voz. Telefe
