16 de julio de 2011

Por penales, Argentina quedó eliminada a manos de Uruguay en Santa Fe

Copa América
Foto: Estudio M.Alvarez / Photogamma

La Albiceleste igualó 1 a 1, y luego cayó 5 a 4 en los penales. El único que falló en la definición fue Tevez. Pérez abrió el marcador, e Higuaín puso la paridad. Uruguay jugará las semis con Perú.

Por: DyN

Era todo o nada, y fue nada para el seleccionado de fútbol, porque en esa lotería que es la definición con tiros desde el punto del penal Uruguay tuvo mejor puntería, y sobre todo a su arquero Fernando Musiera, y por eso ganó en esa instancia 5-4 y se clasificó para las semifinales de la Copa América. Los 90 minutos y los 30 suplementarios concluyeron 1-1.

Con el resultado en la chapa, de nada servirá decir que la Argentina mereció ganar el partido en los 120 minutos de juego, y quizá no lo ganó porque no estuvo fino en ocasiones, y porque Muslera, no sólo en los penales, tuvo una tarde-noche espectacular.

De Uruguay habrá que decir que hizo lo que todos esperaban y en el momento caliente del partido, en la definición, mostró temple y puntería, y con eso le bastó.


La imagen final fue la gente retirándose en silencio después de brindarle a los jugadores algunos tibios aplausos. Más no se les podía pedir, el sueño de levantar la copa se había hecho añicos.

En la definición por penales, Musiera estuvo inmenso y le dio a su selección una victoria tan festejada como impensada, al deterner el tercer remate del conjunto de la AFA, el de Carlos Tevez.

Para Argentina en esa corta distancia convirtieron Lionel Messi, Nicolás Burdisso, Javier Pastore y Gonzalo Higuain. Pero para los uruguayos acertaron los cinco disparos, Diego Forlán, Luis Suárez, Andrés Scotti, Walter Gargano y Martín Cáceres, en ese orden.

El tempranero y sorpresivo gol de Uruguay (a los 5, a través de una arremetida de Diego Pérez, luego de que Cáceres cabeceara una pelota ante la atenta mirada de la defensa), no sólo trastocó cualquier planteo táctico de Sergio Batista, sino que también sacó a relucir la peor imagen de la Argentina.

¿Por qué? Porque la Argentina perdió la tranquilidad y se dejó ganar por la desesperación. Messi se fue de la derecha y comenzó a deambular por la cancha, Sergio Agüero y Angel Di María estaban borrados, y sólo Fernando Gago, con serenidad e inteligencia, era el faro de un equipo perdido.

Pero claro está, la Argentina contó con la mano que le dio Uruguay, que se sorprendió tanto como la Argentina con el gol de Pérez. El conjunto de Oscar Tabárez se metió en su campo y se defendió, y en cada pelota sus jugadores raspaban a los argentinos para neutralizar cualquier intento de ataque.

Viendo que los uruguayos no inquietaban, la Argentina recuperó la compostura. Al buen trabajo se le sumó la aparición de Messi, quien se volvió, gracias a su velocidad, imparable para todo aquel que se interpusiese en su camino.

Y fue de la mano de Messi que llegó el gol del empate. El jugador del Barcelona arrancó por derecha, se corrió hacia el medio y, en vez de definir él, metió un centro bombeado para el ingreso de Higuaín, quien de cabeza envió la pelota al fondo de la red.

El resultado se ajustaba a lo que sucedía en el campo de juego, y se pudo ampliar, pero Higuaín estaba adelantado cuando volvió a superar a Musiera.

Pero la felicidad argentina se vio complicada por su fragilidad defensiva. Uruguay, casi sin quererlo, se encontró con esa flaqueza. Y a no pensar que los orientales tuvieron un arma secreta, sólo debieron recurrir a los centros sobre el área.

Por arriba el Celeste consiguió su gol, logró un segundo que fue anulado correctamente por offside de Suárez, y sobre los 44 pudo irse a los vestuarios en ventaja, pero el cabezazo de Diego Lugano se estrelló contra el travesaño.

El segundo período fue intrascendente. A pesar de que Uruguay se adelantó un poco más en el campo, gracias a un repunte en el juego de Forlán, la Argentina continuó siendo la dominadora del partido, aunque su juego embarullado, siempre a la pelota no la agarrarán Messi o Gago, no le permitió crear peligro asiduo sobre el arco de Muslera.

Este panorama se vio reflejado en un dato: la primera jugada de peligro ocurrió a los 32 minutos, cuando Musiera desvió una muy buena media vuelta de Higuaín.

A todo esto, Uruguay agradecido, con un hombre menos, por la expulsión de Pérez en la primera etapa, no sufría sofocones para aguantar el empate, el cual estuvo a punto de quebrarse a los 44 cuando Musiera desvió un tiro libre de Tevez, primero, y luego el remate de Higuaín.

Ya en el descuento, el silencio se adueñó de los hinchas argentinos, cuando, tras otra buena jugada de Suárez, Forlán no pudo cabecear bien y envió la pelota sobre el horizontal.

El primer capítulo suplementario quizá haya sido el pasaje del encuentro más parejo. Uruguay jugó mucho tiempo en campo argentino, pero nunca logró juntar mucha gente en ataque, no arrimó con peligro sobre el arco de Romero.

Sin embargo, la Argentina, que no estuvo en un buen nivel, dispuso de una gran chance en los pies de Higuaín, pero su remate se estrelló contra la base del palo derecho del arco de Muslera.

Lo que vino después fue puro vértigo, desesperación, algo que impidió que ambos, pero en especial la Argentina, pudieran provocar el desequilibrio.

Pitó Amarilla y llegaba el tiempo de la definición con tiros desde el punto penal. Y en esa instancia se impuso Uruguay, y así Argentina se quedó fuera de su Copa América.

El Sol Online