28 de agosto de 2011

Guillermo Francella: "Hay algo de mí en Hugo”

El protagonista de la celebrada “El hombre de tu vida” se reconoce en el personaje que ya conquistó el corazón del público masivo. Las razones del éxito

Después de “Casados con hijos”, que se emitió por primera vez en 2006, Guillermo Francella regresó a la pantalla chica con “El hombre de tu vida”, una tira dirigida por Juan José Campanella que marca un nuevo estándar dentro de la televisión local.

La composición de un personaje tan particular como Hugo, la relación con el director de “El secreto de sus ojos” y el placer de vivir de la actuación son algunos de los temas sobre los que conversó con Los Andes durante uno de los impasses de grabación. 

-¿Cómo es trabajar con Campanella?

-Es un placer. Todo lo hace fácil, simple,  con una enorme sabiduría y buen trato,  con elegancia, respeto; es un grande de verdad. Él habla y me trae recuerdos de un millón de cosas,  por eso lo cargo y lo llamo “Enrique, el antiguo”, el personaje que yo hacía en  “Poné a Francella”, porque se acuerda de comerciales viejos: cada palabra, cada gesto, cada frase.

-¿Cómo compusiste el personaje de Hugo?

-Ir de género en género siempre me gustó, mezclar emoción con humor es un cocktail que siempre me fascinó. Lo que quisimos con Juan fue crear un personaje que no sea odioso, sino alguien a quien se puede querer. Lo que le ocurriese tenía que ser a pesar de él. Era todo fruto de una circunstancia fortuita: quedarse sin trabajo, sin ahorros, a esa edad que es tan difícil reinsertarse laboralmente.

Hugo tuvo que entender que era un buen camino y él quiso decir la verdad, y cuando dijo la verdad, fue peor, hasta que lo apretaron tanto que mintió, y cuando mintió dijo: “Ah, me hubieran dicho que era eso; entonces hay que mentir”. Después se sintió como pez en el agua mintiendo; pero él es bueno, no quiere ser así por eso recurre a los consejos del cura.

-¿Alguna vez estuviste desempleado y en la situación de Hugo?

-Gracias a Dios, no.

-¿Qué hay de Guillermo Francella en el personaje?

-Hay algo de mí en Hugo. Es una persona querida por su familia y sus amigos. Es muy sensible, pícaro, tiene calle; con esas características me siento identificado. Gracias a Dios no tengo que criar un hijo solo, pero en la tira, tengo diálogos con Franco (Tupac Larriera) que recuerdo haber transitado con mi hijo. Hugo sabe escuchar y eso también me hace sentir cercano a él.

-Compartís capítulos con muchas actrices diferentes ¿Cómo se llevan? ¿Cómo se genera empatía con las actrices en tan poco tiempo?

-Tuve compañeras extraordinarias, porque además de ser buenas actrices, tienen buena onda. En “El hombre de tu vida” hay una vibra espectacular, un equipo acojonante, divertido, que ama lo que hace. Es un clima genial, la pasamos mejor imposible.

-¿Cree que haber ganado el premio Oscar con “El secreto de sus ojos”  lo ubicó en otro lugar profesionalmente?

-No creo que sea puntualmente por la película, sino que pienso que fue algo que vino de una sucesión de contenidos diferentes y muy interesantes que me tocó transitar durante un tiempo.
Y fueron cosas que sucedieron antes de “El secreto de tus ojos”. Podría decir que comenzó todo con “Rudo y Cursi” (NR: film dirigido por Carlos Cuarón y  protagonizado por Gael García Bernal y Diego Luna, en el que Francella encarnó el papel de un representante de jugadores de fútbol.).

Fue una película para la que me eligieron a través de un casting, algo muy atípico porque en Argentina no hacemos audiciones. Pero, además, hace siete años que estoy incursionando en distintos proyectos, como comedias musicales, por ejemplo “El joven Frankenstein” o “Productores”. En teatro hice “Los reyes de la risa”, junto a Alfredo Alcón…  Y en cine hice cosas como “Los Marziano” que es una película en la que hay una óptica diferente. Estoy recibiendo contenidos nuevos, que siempre me gustaron.

-A la distancia, ¿cómo fue encarnar el personaje de Sandoval en “El secreto de sus ojos”?

-Fue muy movilizante. Juan (Campanella) buscaba una estética puntual para el personaje, quería alguien de una manera determinada, con un look muy particular: la ropa, los anteojos. Después trabajamos mucho en componer la personalidad de Sandoval, porque era un alcohólico, pero no quería caer en el lugar común de esos que se les traba la lengua al hablar, sino que tenía ganas de que sea un adicto al alcohol de los que nunca pierden el estilo por más muertos que estén, que los soplás y se caen al suelo pero ellos mantienen toda una actitud.

-¿A partir de este personaje se derrumbó el prejuicio del actor que sólo puede hacer reír?

-Hay un preconcepto. Al ser alguien muy conocido a través de la comedia, hay reticencia a la hora de convocar para hacer otra propuesta que no tenga que ver sólo con hacer reír.

-¿Hay alguna propuesta de cine a corto plazo?

-Hay algunas propuestas de cine dando vueltas pero no puedo confirmar nada. No por secreto de Estado (risas), sino porque no hay nada cerrado.

-¿Cuál es el mayor placer que te da su trabajo?

-Vivir de lo que amo es muy fuerte, me siento pleno y agradecido. Siempre anhelé vivir de esta profesión y hace muchos años que lo hago, me va bien y lo disfruto. Lo elijo día a día, no me cuestiono nada. Nancy Giampaolo - Especial para Estilo, desde Buenos Aires