24 de junio de 2012

El “graduado” que llegó desde Maipú

Marco Antonio Caponi, encontró en Buenos Aires la admiración del público y un papel importante en la serie de tevé más exitosa del año. 

Son cerca de las 13 del viernes y Marco Antonio Caponi (sí, el seductor actor que interpreta a  Augusto Giribone en la serie “Graduados”, de Telefé y aquí emitida por el 9) atiende su celular en un break de grabación.

El paso que sigue será ir a compartir el almuerzo junto a sus compañeros de elenco. “Estoy muerto de hambre”, confiesa con la mejor predisposición para la entrevista.

- ¿Estás en pleno repaso de letra?

-En realidad me gusta estar tranqui también cuando tengo un recreíto. De esa manera me conecto conmigo mismo. Son muchas horas de grabación y el ajetreo diario te lleva a buscar  tus espacios. Entonces trato de relajarme, de no estar hablando todo el tiempo y limitar un tanto el teléfono, de lo contrario terminás agotado. Siempre hay que buscar un espacio.

Algo que, sin dudas, el actor maipucino de 29 años supo hacer en Buenos Aires desde 2006 cuando, por medio de un concurso de becas presentadas en Mendoza por el desaparecido Esteban Mellino (profesor Lambetain) Caponi, ganó. Ganó su espacio. Así el actor  llegó a las tablas bonaerenses, para estudiar, y no paró más.

A fuerza de sacrificios, estudio y “horas casting”, la realidad le devolvió con creces el esfuerzo. Entonces su aparición en diversos formatos fue cada vez más notoria y contundente en diversos programas. Algunos de ellos fueron “Alguien que me quiera”, “Herederos de una venganza”, “Los Únicos” y ahora, la estrella del ranking, “Graduados”.

- ¿Cómo es el balance de la maratónica carrera hacia la popularidad de la actuación en Buenos Aires?

- A veces siento que ni siquiera yo tomo conciencia de cómo se fue dando. Creo que no fui muy consciente de ese paso, lo percibo como un impacto inmenso en donde me dediqué a trabajar, a estudiar, a presentarme a cuanto casting hubo y a no bajar los brazos.
 
Ahora me doy cuenta de la vorágine que implica todo este mundo con sus exigencias y cosas hermosas, como estar hoy en este programa y seguir conociendo gente maravillosa. Uno va absorbiendo todo y en esa transición también es traumático aprender a trabajar y aprehender los códigos de a poco...

- ¿Qué tipo de códigos?

- Optimizar el tiempo, conservar la energía y el estado de ánimo, aprender a trabajar y convivir con nuevos compañeros, en donde cada uno viene de lugares diferentes, y tomar con calma las cosas...

- En ese tomar con calma las cosas, ¿cómo es un día tuyo en la vorágine citadina?

- Me levanto a las 7.30, voy a grabar y suelo terminar alrededor de las 19; luego me voy al teatro a hacer la obra “Filosofía de vida”. Después vuelvo a casa alrededor de la medianoche a descansar y estar con mi novia. Pero lejos de cansarme, lo hago con mucho placer.

-¿Cómo te llevás con la fama?

- Es raro y gratificante cuando se me acercan personas que no conozco y me saludan con afecto. Y muy divertido cuando el público que internaliza el personaje de la tira que hago en ese momento me grita lo que siente.

Hoy me gritaron “¡dejá de hacer sufrir a Vero!”, por mi papel de Augusto, en “Graduados”, en referencia a Julieta Ortega; o me decían “¡Lucas tirame un beso!” desde la otra vereda para saludarme, por mi  personaje de “Herederos”. El público no deja de sorprenderte.

- ¿Cómo trabajaste tu personaje en Graduados?

- Augusto es un abogado mujeriego, que lo empecé a transitar a partir de la claridad de los libros, ya que sus características estaban muy a la vista.

Eso no implica el hecho de caer en lugares comunes o clichés, sino brindarle ciertas particularidades y guiños que comparte muy bien con su hermano, actuado de manera impresionante por Luciano Cáceres. Un actor muy generoso. ¡Pero ojo...!, que Augusto tiene un lado verdadero más allá de lo chanta que es.

- ¿Y podés dar algún  avance? ¿Se vuelve más ético el personaje?

- Mmm (ríe), lo único que te puedo decir es que el personaje de Julieta, Vero, va a tener que ver con eso...

- ¿Cómo es tu relación con el resto del elenco?


- Buenísima, tengo muchas escenas con casi todos, y con Luciano Cáceres, que hace de mi hermano, es impresionante, ya que tiene guiños improvisados y un humor que hay que seguirle el ritmo. Es un placer trabajar con él.

- ¿Seguís teniendo como sueño grabar con Tim Burton? Lo que vivís hoy con tu profesión también fue tu sueño, y lo lograste...

- (ríe) Y lo de Burton es un enorme sueño, una fantasía más que nada, pero en realidad lo importante es tratar siempre de ir viendo qué me gustaría hacer y concretarlo de a poco. Es decir, seguir estudiando y capacitándome. Si hay algo que me encantaría llevar a cabo es estudiar teatro en Londres, realizar cine, profesionalizarme más, dirigir, estudiar guión y sobre todo poder seguir trabajando de mi gran pasión que es actuar.

-¿Qué le dirías a un actor mendocino que recién comienza y quiere trascender en Buenos Aires?

- No soy nadie para dar consejos. Lo que siento desde la experiencia es que hay que estudiar y prepararse, y sobre todo, que está bueno ahondar en la actuación pero con una mirada de contenido, de lo que tenés para dar y lo que la profesión puede brindarte.
 
Si uno lo mide en cuanto a la denominada “fama” pierde el sentido, como la brújula. Que te reconozcan -o no- por la calle, es algo que viene con esta profesión y que muchos medios como la televisión generan, ya que te hace popular y te permite llegar a todo el mundo. Pero ese no debe ser el objetivo de alguien que quiere trascender por lo que ama; hay que entender que la denominada “fama” es la consecuencia del trabajo.

Ojo, está re-bueno el cariño del público, pero si sólo se busca ser reconocido, lo profundo de la búsqueda se diluye. Hoy estás acá y mañana no sabés. La fama sólo es la consecuencia de un trabajo actoral. Hay que tomarse las cosas con calma y con pasión en lo que uno cree.Analía de la Llana

Marco Antonio en síntesis...
Su primera gran oportunidad la tuvo en 2009 cuando grabó escenas en la telenovela “Valientes”, interpretando a Fede, un amigo gay de Isabel Gómez Acuña (Marcela Kloosterboer) .

En 2010 formó parte del elenco de la telenovela “Alguien que me quiera” donde encarnó a Renzo Peralta.

En cine participó en la película de Marc Evans “Patagonia” donde interpretó al mejor amigo de Matthew Rhys (de la serie Brothers and Sisters).

En 2011 interpretó a Lucas Leiva, en “Herederos de una venganza”, serie protagonizada por Luciano Castro y Romina Gaetani. 

Este año interpretó al agente Moro Hunter en Los Únicos (segunda temporada de la comedia), protagonizada por Nicolás Cabré, Nicolás Vázquez y Emilia Attias.

Después de finalizar su contrato con Pol- Ka, Marco se sumó a Graduados, la telecomedia líder del prime time de Telefé.
 Fuente: Estilo - Los Andes